domingo, 2 de abril de 2017

CRÓNICAS URBANAS



Los domingos después de comer

íbamos al cine. Otros chicos,

más alejados del centro,

preferían juegos de pelota.

Al día siguiente,

durante los recreos en la escuela

jugábamos a la mancha.

Nadie se dejó morir, 

por el mal uso de los dones.

dR

1 comentario :

Anónimo dijo...

siempre maestro siempre pintando los mejores versos!!!